El primer día con Esteban

Me atrevo a escribir este blog , donde voy a exponer tantos pensamientos y sentimientos íntimos de mi experiencia como mamá pero sé que vale la pena compartir mi experiencia para que otras personas que hayan vivido momentos similares se identifiquen conmigo y espero que compartan  lo que sienten o viven ahora con sus hijos. 

Soy la mamá de Esteban, un bebé de 11 meses que tiene hipoplasia del tercio medio de la cara. 

El nació en una familia, en donde nos preparamos para que el existiera. Nosotros somos médicos y siempre he incentivado en las mujeres que alguna vez asistieron a mi consultorio, que hagan preconcepcional, es decir, que tomen ácido fólico, 3-6 meses antes de la concepción, que se tomen exámenes generales y que se vacunen, para saber que su cuerpo esta sano y preparado para recibir a ese bebé; así mismo, lo hicimos nosotros. 

El día que nació Esteban, todo fluyo mejor de lo que esperaba, fue el parto que toda mujer desea, con poco dolor, con un excelente ginecólogo que siempre sonreía y te daba la confianza que todo iba a salir muy bien, fue relativamente rápido (9 horas aproximadamente), acompañada de mis papás, mi suegra y mi esposo,  y por parto vaginal, que realmente es lo ideal. 

Cuando nació, en la sala "escuché" un silencio tan agobiante que estimulé a mi hijo para que rompiera el silencio con un llanto y así fue, segundos después, me encontré con la sorpresa de que mi hijo volteó su cara para mirarme y lo

primero que noté era que sus ojos se veían grandes pero no le quise dar importancia y minutos después de que los doctores lo revisaron, ya estaba dispuesta a empezar mi lactancia materna exclusiva, cuando me dijeron que no podía darle seno y mi bebé se iba a quedar hospitalizado en UCI neonatal, desde ese momento, sentí que la voz de la doctora se distorsionaba y no entendía nada de lo que me decía. 

Sentí que el mundo se había acabado, mi esposo debía salir y quedé sola en una sala con mas mujeres en trabajo de parto, sin mi hijo.

Después me pasaron a mi habitación y una vez mas estaba sola porque mi esposo Juan Carlos estaba con nuestro hijo y ya no permitían visitas por la hora (casi las 8 pm), solo me acompañaba un ramo de flores con un mensaje hermoso escrito por mi esposo. De tanto llorar, me quedé dormida y después mi esposo me acompañó toda la noche. 

Ahora que escribo esto, no puedo evitar llorar y me imagino cuantas mujeres han vivido lo mismo que yo y se han sentido solas después de entregar toda la fuerza física y emocional de un parto para recibir y finalmente conocer su hijo. Quiero que sepan que nunca han estado solas, que así como yo, otras personas te han acompañado en esta experiencia.